Soy Aída, la última incorporación al equipo y la orgullosa sobrina e hija de mis grandes referentes y maestras de la costura.
Roge, así la conocemos su familia y amigos, comenzó trabajando en una empresa en la que confeccionaban chaquetas de piel. Pasados unos años (1995) y, tras haber adquirido una gran experiencia, decidió abrir su propio taller junto a su hermana Mari Ángeles.
Era un negocio pequeñito y humilde en el que realizaban arreglos, patronaje y confección de ropa. Lo que no imaginaron es que, más pronto que tarde, y gracias a la confianza que sus clientes depositaron en ellas, se verían obligadas a mudarse a un local más amplio. Fue en éste, en el que volvieron a trabajar la peletería.
Como os he contado, he sido la última incorporación en el equipo. Roge y Mari Ángeles no sólo me contagiaron el amor por la costura, sino que, también, me han enseñado a trabajar cada prenda para obtener un resultado excelente.